El
pasado 26 de mayo, se celebraron por parte del Consejo General de la Abogacía
española, a través de su Fundación, unas más que interesantes jornadas bajo el
título "Crisis de Refugiados en Europa". De mi participación en las
mismas, me quedé con la intervención de Ana Terrón Cusí, anterior Secretaria de
Inmigración y Emigración del gobierno de España. Apuntó algunas pinceladas de
lo que va a ser el futuro del Sistema Europeo Común de Asilo (SECA), según se
recoge en la reciente Comunicación de la Comisión Europea 197/2016.
"Actualmente, los solicitantes de asilo viven en la paradoja de que la solicitud de protección internacional abre las puertas de un estado pero cierra las de los otros 27".
Hay
que partir de la premisa de que al espacio interior de libre circulación en
Europa, cada vez se le imponen mayores restricciones. En realidad, éste nunca
se aplicó en toda su extensión. El SECA en realidad, hace poco honor a su
nombre y tiene poco de común. Como ya vimos en anteriores entradas de este blog, lo conforman cuatro normas comunitarias más el reglamento de Dublín. Las
referidas normas son las siguientes:
·
Directiva 2013/33/UE de Acogida.
·
Directiva 2013/32/UE de Procedimientos.
·
Directiva 2011/95/UE de Cualificación.
·
Rgto UE nº 604/2013 determina. del
estado responsable (Dublin III).
·
Rgto UE nº 603/2013 relativo al sistema
Eurodac.
Pues
bien, la propuesta de la Comisión Europea pretende convertir dos de las
actuales directivas en reglamentos; concretamente las de Cualificación y Procedimientos.
En el primer caso, se refuerza la noción de "tercer país seguro" y en
el segundo, se dibuja un sistema de Procedimiento Común. Por razones obvias, la
directiva de acogida es más difícil de convertir en un reglamento aunque se va
a revisar.
"No debemos olvidar en cualquier caso que las personas que en estos momentos arriesgan sus vidas y mueren en nuestros mares y playas serán, en su gran mayoría, los ciudadanos europeos de un futuro no tan lejano".
Por
otro lado, referente al Sistema de Dublín, dibujó las líneas de lo que será el
nuevo Dublín IV ante la constatación del absoluto fracaso de Dublín III. Actualmente,
los solicitantes de asilo viven en la paradoja de que la solicitud de
protección internacional abre las puertas de un estado pero cierra las de los
otros 27. En este sentido se adelantan varios escenarios. Una primera
posibilidad consiste en mantener el sistema actual de "reparto de
cargas" pero introduciendo mecanismos correctores. En este punto, se apuntala
la idea de responsabilidad del estado encargado del control de las fronteras
exteriores y penalizaría la "desatención" de estas funciones. Esto es
un importante cambio de tendencia. La otra propuesta consiste en reformular el
sistema de asignación de solicitudes de asilo en toda la UE. En todo caso,
estaríamos lejos de un verdadero sistema de "puerta única".
En
lo referente a Eurodac, que como ya vimos tiene un carácter instrumental
respecto de la correcta aplicación del sistema Dublín, se plantea la ampliación
de su mandato, circunscrito al asilo, y ampliarlo al ámbito de la inmigración.
Concluyendo,
podemos decir que el sistema europeo de asilo conforma un marco frágil y débil
que no responde adecuadamente a los retos que tiene que afrontar. No debemos
olvidar en cualquier caso que las personas que en estos momentos arriesgan sus
vidas y mueren en nuestros mares y playas serán, en su gran mayoría, los
ciudadanos europeos de un futuro no tan lejano.