lunes, 22 de diciembre de 2014

¿Por qué necesitamos una Agencia de Migraciones en España?

Fuente: Morgue File

Todavía tenemos reciente el #18D, el Día Internacional del Migrante, y no cesa el debate sobre las devoluciones en caliente en las fronteras de Ceuta y Melilla o cuestionando la existencia de los denominados "vuelos de la verguenza", por no hablar, más allá de nuestras fronteras,  de las polémicas movilizaciones islamófobas en Alemania del movimiento "Pegida". El debate migratorio está de plena de actualidad y aunque haya pasado de ser la 4ª o 5ª preocupación de los ciudadanos, la inmigración es esa incómoda cuestión que nadie quiere lanzar en campaña electoral, porque ciertamente resta votos, pero que está ahí en la primera línea de las decisiones públicas. Hace poco escuchamos a nuestro ministro del Interior decir, en referencia a las críticas hacia su política de "devoluciones en caliente" que si alguien se comprometía a sostener económicamente a esos inmigrantes subsaharianos que saltan la valla, que les diera su dirección que él se los enviaba. Fenomenal ha sido la respuesta de la periodista y escritora Mercé Rivas en su artículo de El Plural ¡Fernández, en marcha un subsahariano!  Lo que quiero decir, en definitiva es que estas declaraciones, al margen de su improcedencia y falta de sensibilidad, reflejan realmente una total falta de proyecto político migratorio que y se resuelve con una visión simplista y policial del problema.   

Señor Fernández, un Ministro al frente de un negociado tan importante como es el de gestionar los flujos migratorios no puede permitirse el lujo de decir que recurre a unas "devoluciones" de dudosa legalidad ya que no sabría cómo gestionar lo contrario. Es por ello, que desde hace tiempo es ya todo un clamor la necesidad de definir unas políticas migratorias claras y bien definidas y que traten de dar soluciones a los desafíos más importantes que se plantean ya que, mirar hacia otro lado, como se ha hecho hasta el momento, no se revela como una buena estrategia. En este sentido, el programa colaborativo presentado por Podemos a las pasadas elecciones europeas ha supuesto un atisbo de ilusión que esperemos no se vea edulcorado con el paso del tiempo, a la vez que se consolida esta fuerza política.  

Se necesita un giro sustancial en las políticas migratorias seguidas hasta el momento, generalmente subordinadas a las necesidades del mercado de trabajo pero ignorando las problemáticas que se presentan en todas las etapas por las que pasa el migrante desde que llega hasta que se consolida en este país. En este sentido, quiero plantear una cuestión organizativa que en ningún caso es secundaria, más bien se erige en pieza clave y punto de partida y catalizador para generar ese cambio sustancial de enfoque que se requiere. Me estoy refiriendo a la creación de una Agencia Estatal de Inmigración y Emigración.

La creación de esta Agencia, supondría la superación de las visiones policiales y de seguridad de las migraciones, al tiempo que se opta por un enfoque unitario y especializado en la gestión del fenómeno. La creación de esta Agencia es una vieja aspiración de determinados sectores y colectivos de nuestra sociedad y se justifica en 3 sencillos puntos:

1. Se trata de una fórmula organizativa de descentralización funcional, que permite un amplio nivel de autonomía y flexibilidad en la gestión, al mismo tiempo que refuerza los mecanismos de control de eficacia y responsabilización de resultados, lo que permite emprender una reforma integral del sistema migratorio. 

2. Supone el paso definitivo para resolver la cuestión de una gestión unitaria y por un ente especializado del fenómeno. Actualmente, el número de agentes estatales implicados, con muy diferentes aproximaciones y respuestas al mismo, dificultan una coordinación eficaz de éstas políticas. La Nueva Agencia asumiría las competencias hoy en día repartidas entre los ministerios de Interior; autorizaciones de residencia, documentación, etc., Empleo y Seguridad Social; integración, autorizaciones laborales, etc., Exteriores y Cooperación; visados, etc. Y esto sólo referente al escalón estatal de las administraciones, sin mencionar las competencias que además tienen las autonomías y ayuntamientos en el ámbito de la Integración , prestación de determinados servicios a inmigrantes... Esta Agencia Estatal aseguraría una clara uniformidad de criterios y procedimientos.

3. No implica grandes cambios legales a priori ya que encuentra su perfecta cobertura legal en la Ley 28/2006, de 18 de julio, de Agencias Estatales. Además, su Disposición Adicional Tercera dispone la autorización expresa al gobierno de turno para su creación.


Por ello, en la normativa actual existen mecanismos que permiten obrar un giro y abrir un nuevo capítulo en las políticas migratorias de este país. Tan sólo hace falta decisión y valentía para acometer esta tarea.   





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