lunes, 11 de enero de 2016

Guerra contra los Refugiados



Media Europa se despierta todavía medio conmocionada por las terribles noticias de unas hordas incontroladas de refugiados y extranjeros que aprovecharon los normales jolgorios y alegrías propios de la NocheVieja para acosar, violar y agredir con especial saña a indefensos ciudadanos y especialmente a las mujeres en algunas ciudades de centro Europa pero principalmente, en Colonia. A quien escribe este blog, que es curioso ya de por si y que cada vez cree menos en las casualidades, lo primero que le sorprende es la diligencia con que una gran mayoría de medios de comunicación se han hecho eco de esta noticia determinadas consignas muy claras: se trata de hechos cometidos por refugiados de manera organiza y sincronizada, que incluso han hecho ostentación del abuso por parte de la hospitalidad del país de acogida y ante la circunstancia de la pasividad de las autoridades policiales.

A nadie se le escapa que se trata de una cuestión sensible y que casualmente sale a la palestra de la opinión pública en pleno debate sobre la acogida a refugiados y ante las perspectivas de futuros flujos de personas que huyen de los conflictos que asolan actualmente países como Irak, Siria o Afganistán.

Desconozco en profundidad los hechos que nos han transmitido los medios de comunicación por lo que me parece imprudente emitir una opinión con la firmeza y contundencia que ya se han pronunciado muchos tertulianos y periodistas, principalmente de tendencia conservadora. He preferido plasmar en este blog algunas reflexiones al respecto.

1. Los sucesos de Colonia y otras ciudades europeas no difieren mucho de los que se producen de manera habitual en determinados eventos y zonas de ocio de dentro y fuera de nuestras fronteras ¿Acaso ya se nos olvida lo que sucede cada durante la celebración de los SanFermines? ¿O en la misma Oktoberfest de Alemania? ¿Y que decir de determinadas ciudades turísticas como Magaluf? Todas suelen tener el denominador común de reunir estos ingredientes: aglomeración de personas, generalmente jóvenes y grandes dosis de alcohol.

2. Resulta sorprendente como determinados sectores tradicionalmente hostiles hacia la reclamacion de derechos por parte de las mujeres, llegándolas incluso a catalogar de "feminazis" abanderen ahora con tanto entusiasmo la causa feminista cuando estos derechos son supuestamente vulnerados por ciudadanos extranjeros. Antes bien parece que estamos ante la defensa de una causa por mera conveniencia.
3. Parece ciertamente inverosímil que en una noche en la que se había declarado una alerta en previsión de posibles atentados terroristas, en una céntrica plaza de una importante ciudad Alemania como Colonia, se den cita cientos de refugiados de manera coordinada para perpetrar robos y agresiones sexuales. Creo que las autoridades policiales se encontraban en suficiente estado de alerta para haber pasado algo así por alto.

4. Las noticias que llegan hasta el momento hablan de suposiciones, datos indeterminados, hechos inciertos y difusos...,pero si vamos a los datos concretos; al final lo único cierto es que en ellos participaron decenas de extranjeros de los que apenas una veintena eran solicitantes de asilo. ¿Algo así puede marcar el ritmo de la política migratoria europea? Parece que esta interpretación es ciertamente interesada.

5. La rápidez y diligencia con la que determinados medios ultraconservadores culpan de estos sucesos a las políticas migratorias del gobierno de Merkel y a una pretendida política de puertas abiertas, hace pensar a que se trata más bien de una actitud interesada en provocar la reacción de una sociedad que en estos meses se ha sensibilizado con la problemática de los refugiados y ha mostrado grandes dosis de conciencia solidaridad. Al contrario, con estos se pretenden fomentar actitudes racistas y de odio y rechazo al extranjero a través del miedo.

6. ¿Cuál es la supuesta política de puertas abiertas de la que hablan ciertos sectores? No olvidemos que los refugiados tienen que pagar miles de euros para atravesar las pocas millas que separan Turquía de Grecia en destartaladas embarcaciones. Una vez llegados a Grecia, tienen que atravesar varios países en donde les reciben con vallas y alambradas de espino para después de algunos miles de kilómetros, llegar a Alemania con un destino incierto y plagado de incertidumbres. Esta política de "puertas abiertas" la podemos encontrar en Corea del Norte o algunos otros países.

En definitiva, estamos en plena "Guerra al Refugiado" y en los próximos meses no podemos descartar una radicalización de la misma a través de la exacerbación de noticias negativas sobre hechos en los que estén implicadas personas refugiadas. Algunos refugiados que vengan hasta Europa cometerán delitos. Eso tan sólo demuestra que son personas como nosotros, con las mismas grandezas y miserias. Incluso algunos más habrán sido miembros activos de guerras y conflictos ya que no olvidemos que escapan de éstas. Algunos habrán participado en crímenes graves o violaciones de derechos humanos y tanto la Convención de Ginebra para los Refugiados como las leyes locales, tienen mecanismos ya previstos para prevenirlo.

Tal vez conviene cerrar esta entrada con un poco de historia. Al punto de terminar nuestra Guerra Civil, muchos civiles y combatientes del bando republicano atravesaron la frontera francesa. Algunos de ellos incluso portaban las armas con las que habían estado luchando algunas horas antes. El gobierno francés lejos de darles una acogida digna, les confinó en campos de concentración en unas condiciones miserables. ¿No hemos aprendido nada de la historia?

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