miércoles, 25 de mayo de 2016

Refugiados: Valoración de las pruebas. "Evidence Assesment" (I)

Fuente: Flickr

Una de las tareas claves y más complicadas en el proceso de determinación de la condición de refugiado es la valoración de las pruebas o "evidence assesment". Dado que para acreditar que se es refugiado no se exige una prueba plena sino que basta con aportar "indicios", el profesional que se enfrenta a esta tarea debe hacerlo con la mente abierta. En este arduo proceso debemos afrontar algunos desafíos:

  • -       Carencia de una clara regulación.
  • -       Diferencias de aplicación entre los distintos estados.
  • -       Dificultad para conseguir la prueba en este contexto.
  • -       Lejanía del contexto socio-cultural del solicitante de protección.
  • -       Debe evaluarse el riesgo pasado y el futuro.
  • -       Del proceso se derivan consecuencias cruciales para la persona.


En este punto, resulta clave el artículo 4 de la reiteradamente mencionada DIRECTIVA2011/95/UE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 13 de diciembre de 2011 por la que se establecen normas relativas a los requisitos para el reconocimiento de nacionales de terceros países o apátridas como beneficiarios de protección internacional, a un estatuto uniforme para los refugiados o para las personas con derecho a protección subsidiaria y al contenido de la protección concedida.

En esta misma línea, resultan herramientas de la gran utilidad la Guía Práctica sobre valoración de las pruebas editada por la EASO (European Asylum Support Office) en marzo 2015 y las Plantillas sobre Valoración de las pruebas que podéis encontrar en el siguiente enlace. Al mismo tiempo, la utilización de "checklists" puede ser igualmente muy recomendable.

El proceso de valoración de las pruebas se desarrolla en 3 etapas:

  • 1        Recopilación de la información.
  • 2       Valoración de la credibilidad.
  • 3       Evaluación del riesgo.


Se trata de un proceso dilatado en el tiempo. Como podrán imaginar, no lleva unos minutos. Por otro lado, la falta de tiempo es un hándicap importante por lo que la utilización eficiente del tiempo es más que necesario. Es posible que en la mayoría de los casos y ante la falta de pruebas, la entrevista se revele como una herramienta imprescindible. En dicha entrevistar hay que determinar con claridad los hechos sustanciales. Estos hechos deben estar conectados con la definición de refugiado que ya vimos en la anterior entrada. El transcurso de la entrevista debería seguir el patrón que vemos en la figura de más abajo: desde un carácter abierto nos dirigimos a preguntas cerradas (picos de la entrevista) que deberán coincidir con esos hechos relevantes que previamente ya hemos identificado. En todo caso, debemos tener en cuenta algunos factores como crear un ambiente favorable al diálogo y la importancia de la escucha activa.

Fuente: wikimedia

En la próxima entrada, explicaré de manera algo más detallada las 3 etapas del proceso de valoración de las pruebas.
  


No hay comentarios:

Publicar un comentario